sábado, 25 de agosto de 2012

Crear pequeñas comunidades vivas


 


Era el año 1964 cuando un joven inquieto pintor y con ansias de un encuentro fuerte con el Señor cerca de los más desfavorecidos, los últimos de la sociedad, decidió dejarlo todo e irse a vivir a las barracas de Palomeras Altas en Madrid
. Francisco José Gómez-Argüello, más conocido como Kiko Argüello, sin apenas darse cuenta, comenzó a formar una pequeña comunidad con los vecinos de su chavola: gitanos, quinquis, emigrantes y vagabundos. A petición de éstos, junto con Carmen Hernández, (el Padre Mario se incorporó años más tarde) empezaron a anunciarles el Evangelio: el Kerygma, a la vez que realizaban el trípode: Palabra de Dios, Liturgia y Comunidad. Las vidas de estas personas comenzaron a transformarse.
A la par de la renovación suscitada por el Concilio Vaticano II (C.V.II), nació este itinerario de formación cristiana: El Camino Neocatecumenal.
En 1968, en Roma, recibieron la bendición del entonces, Vicario General de Su Santidad Angelo Dell´Acqua, para hacer la primera catequesis en la parroquia de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento y Santos Mártires Canadieses. Esta fue la pionera  de entre las muchas que se fueron haciendo, desde entonces, por todas las diócesis del mundo.
Recientemente, han tenido lugar desde Enero en Manresa, El Soto (Cataluña), Zaragoza y Tarazona encuentros de Nueva Evangelización, cuyos participantes pertenecían a diversas realidades eclesiales como son Comunidad Fe y Vida, Cursos Alpha, o la Comunidad Siervos de Cristo Vivo, junto con Obispos y laicos, entre muchos otros.
Éstos han presentado un panorama en España, haciendo una comparativa con Hispanoamérica, Francia o Estados Unidos, mostrando la necesidad de los grupos eclesiales de trabajar juntos buscando crear pequeñas comunidades, sobre lo cual el responsable de Comunidad Fe y Vida, Josué Fonseca, compartía su experiencia que tuvo con jóvenes que, tras un encuentro con Jesucristo, se convertían, lo que le llevó a crear una primera comunidad.
El Obispo de Solsona, a este respecto, resaltó el itinerario a seguir para la Iglesia del futuro: primero evangelizar y llegar a los alejados o tibios; segundo, crear comunidades vivas para ellos, porque tras el anuncio en la calle, incluso con signos, la persona se pierde fácilmente si no entra en comunidad; tercero, que haya santos.
¿Realmente este itinerario es para la Iglesia del futuro? ¿No se está viviendo ya en muchos rincones del mundo?.
Otros asuntos tratados por los ponentes de estos congresos, para llevar a cabo esta Nueva Evangelización, pasarían por una auténtica planificación pastoral y evangélica usando el arte, la música y las nuevas tecnologías; volver al Diezmo que la Iglesia primitiva daba para los más necesitados y orar por los enfermos.
 Esta noticia ha sido transmitida como una novedad que puede refrescar a la Iglesia española, como una nueva ola de fe, usando métodos de Kerigma y creando comunidades.
 Sin embargo, ya han pasado más de 40 años, durante los cuales el Camino Neocatecumenal ha suscitado muchas conversiones y vocaciones para la Iglesia Católica, ante lo que muchas personas prefieren mirar hacia otro lado. Bendecido por tres Papas, este itinerario de formación y educación permanente de la fe, al servicio del Obispo, ha sido un impulso maravillo para la misión tanto hacia los más alejados de la Iglesia como para los países necesitados de escuchar el Kerigma, por medio de Equipos de Catequistas, de familias en misión o la Missio ad gentes.
No es el único, ni el mejor moviendo eclesial de entre los que ha suscitado el Espíritu Santo tras el C.V.II, pero no se puede negar que Kiko Argüello, sin ser Teólogo o Doctor sino más bien un laico sencillo y sin deseos de poder, fue elegido por el Señor para emprender lo que hoy en día es una realidad que está dando muchas bendiciones a la Iglesia. Insertada dentro de cada parroquia y al servicio de las necesidades que ésta pueda tener, en las comunidades los hermanos intentan vivir el mensaje cristiano fieles al Evangelio.
Ha sido, y es, muy criticado  y perseguido, despreciado incluso por miembros de la propia Iglesia. Incomprendido por su modo de hablar, por su modo de hacer.
Sus obras de arte: una iconografía llena de sentido, donde se recogen las catequesis más profundas de las Escrituras, basada en las pinturas de la Iglesia de los primeros siglos, unos cuadros para evangelizar; sus cantos e himnos, sacados gran parte de textos de las Escrituras  o himnos antiguos, salmos hechos para cantarle al Señor, para alabarle, para llegar al corazón del catecúmeno que le reza de esta manera al Dios que le salva. Y que decir de la Domus Galilaeae, sobre el Monte de las Bienaventuranzas, bendecida por Juán Pablo II, una fascinante obra donde se armonizan perfectamente la arquitectura, escultura y pintura, reflejando en ellas las raíces católicas, llenas de  un simbolismo catequético que se percibe como el reflejo del Amor de Dios a través de la belleza. O el mural de la Catedral española de la Almudena en la misma línea pictórica.
¿Y aún hoy día se dice que en España no se utiliza el arte y la música para evangelizar?
 Con motivo del 40º aniversario del Camino Neocatecumenal, el Papa Benedicto XVI, en la Basílica de S. Pedro del Vaticano, afirmaba ante miles de congregados allí: ¿Cómo no bendecir al Señor por los frutos espirituales que, a través del método de evangelización que utilizáis, se han podido recoger en estos años?.
 Esta Nueva Evangelización de la que se habla ha llegado ya, está presente en muchas parroquias, una vida en comunidad dentro de la Iglesia para un encuentro con Cristo Resucitado a través de la Palabra, la Liturgia y los hermanos.

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