PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Sirácida 44, 1. 10-15
Hagamos el elogio de los hombres de bien,
de la serie de nuestros antepasados.Fueron hombres de bien,
su esperanza no se acabó;sus bienes perduran en su descendencia,
su heredad pasa de hijos a nietos.Sus hijos siguen fieles a la alianza,
y también sus nietos, gracias a ellos.Su recuerdo dura por siempre,
su caridad no se olvidará.Sepultados sus cuerpos en paz,
vive su fama por generaciones;el pueblo cuenta su sabiduría,
la asamblea pregona su alabanza.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 131, 11. 13-14. 17-18 (R.: cf. Lc 1, 32a)
R. El Señor Dios le ha dado
el trono de David, su padre.
El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono». R.
Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo». R.
«Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema». R.
Aleluya Cf. Lc 2, 25c
Aguardaban el consuelo de Israel.
y el Espíritu Santo moraba en ellos.
EVANGELIO
Muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 16-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron».
Palabra del Señor.
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